¡Buen día mis pequeños! Espero que se encuentren bien y con muchas ganas de aprender algo nuevo hoy. Soy su maestra, y estoy aquí para compartirles una historia muy especial sobre algo que a veces nos preguntamos: «¿Quién soy yo?».
El gran misterio de quién soy yo
Mis amiguitos, todos nosotros, niños y niñas, alguna vez hemos mirado al espejo y nos hemos preguntado quiénes somos. Y aunque puede parecer una pregunta complicada, ¡no lo es tanto! Hoy les voy a contar de una forma fácil y sencilla. ¿Recuerdan cuando hacen un dibujo de su familia y se dibujan a sí mismos? Bueno, ese dibujito eres tú, pero hay mucho más sobre ti que solo lo que ves. No solo eres tu cuerpo, tus manos y tus pies. Eres tus risas, tus sueños y todas las cosas lindas que sientes en tu corazón.
Pero, ¿saben qué es lo más especial? Cada uno de nosotros, niños y niñas, es único. Así es, como un copito de nieve. Aunque hay muchos copitos, no hay dos iguales. Y eso es lo que hace que tú, mi niñito o niñita, seas especial y diferente a todos los demás.
Las maravillosas historias que llevamos dentro
Cuando eran más chiquitos, seguro les contaron cuentos antes de dormir. Bueno, cada uno de nosotros también tiene su propia historia. ¿Y saben? Esa historia está hecha de momentos felices, tristes, de aprendizaje y aventuras. Por ejemplo, piensen en ese día que aprendieron a atarse los zapatos solitos o cuando se cayeron de la bicicleta pero se levantaron con valentía. ¡Eso es parte de quiénes son! Son todas esas experiencias que guardamos en nuestro corazón y que nos hacen ser los pequeños valientes que somos.
Y cada día, al vivir nuevas aventuras, nuestra historia crece. Así que, niñitos, siempre recuerden que cada cosa que hagan, cada sonrisa que compartan y cada abrazo que den, añade un nuevo capítulo a la hermosa historia de su vida.
Un viaje al mundo de los sentimientos
Ahora, mis niños obedientes, piensen en todas las veces que han sentido algo. A veces nos sentimos felices, otras veces tristes, y en algunas ocasiones, hasta nos sentimos enojados. ¿Y saben qué? Todos esos sentimientos también son parte de quiénes somos. Imaginen que dentro de cada uno hay como un tesoro lleno de joyas. Cada joya es un sentimiento. Y aunque no siempre nos guste sentirnos tristes o enojados, esas joyitas también tienen su valor porque nos enseñan sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea.
Pero no olviden, mis pequeñitos, que siempre es importante hablar sobre lo que sentimos. Si alguna vez se sienten tristes o preocupados, no duden en compartirlo con alguien de confianza. Porque al compartir, nuestro corazón se siente más ligero y alegre.
Descubriendo nuestro yo interno
Sabemos que somos nuestros cuerpos, nuestras historias y nuestros sentimientos. Pero, mis niños lindos, hay algo más que nos hace ser quienes somos: ¡nuestro yo interno! Sí, es como un sol brillante que llevamos dentro y que ilumina todo lo que hacemos. Cada vez que ayudan a alguien, cada vez que aprenden algo nuevo o incluso cuando se equivocan y piden disculpas, ese solcito brilla aún más. Eso es porque están escuchando a su yo interno y dejando que los guíe.
Y, aunque a veces pueda parecer difícil entender quiénes somos, siempre recuerden que son pequeños seres llenos de amor, ternura y curiosidad. Y cada día, con cada experiencia y aventura, descubren un poquito más sobre ese maravilloso ser que llevan dentro.
Queridos niñitos, espero que ahora tengan una idea más clara sobre la pregunta «¿quién soy yo?». Siempre recuerden que son seres maravillosos, llenos de luz y amor. ¡Hasta la próxima aventura!