La serigrafía es una forma de imprimir dibujos o letras sobre diferentes objetos, como camisetas, bolsas o carteles. De esta forma, lo especial de esta técnica es que usa una malla, como una especie de red, para dejar pasar la tinta solo en ciertas partes del diseño. Se trata de una técnica que se ha usado durante muchos años, y, en la actualidad todavía se utiliza para hacer cosas muy originales.
Empresas dedicadas a la impresión camisetas online son muestras claras de la importancia de esta técnica. Por ello, si alguna vez has visto una camiseta con un dibujo grande y colorido, es muy probable que haya sido hecha con serigrafía. La técnica permite hacer muchas copias del mismo diseño de manera rápida y con colores muy intensos, aunque también se puede usar para imprimir sobre plástico, madera, vidrio y otros materiales. Por esto, es muy útil tanto para artistas como para empresas.

La serigrafía no necesita máquinas complicadas para empezar. Aunque hay equipos grandes y modernos para trabajos industriales, también se puede hacer de forma manual con unas pocas herramientas, habiendo empresas a las que mandar el diseño por ordenador y que te envían los productos a casa.
¿Cómo funciona la serigrafía paso a paso?
El proceso de serigrafía comienza con una malla muy fina, que se estira sobre un marco, como si fuera una ventana. Esta malla tiene pequeños agujeritos que dejan pasar la tinta, pero solo en las zonas deseadas. Para que eso suceda, se coloca sobre la malla una plantilla o diseño que bloquea algunas partes. Así, la tinta solo pasará por los agujeros que forman el dibujo.
Una vez lista la malla con el diseño, se coloca sobre el objeto que se quiere imprimir. Luego se pone tinta en la parte superior de la malla y se pasa una herramienta llamada rasero (parecida a una espátula) para extenderla. La tinta baja por los agujeros y se queda pegada en la tela, el papel o el material que esté debajo. ¡Y listo! Ya se ve el dibujo impreso.
Este proceso se repite para cada color. Si un diseño tiene tres colores, se hace una malla distinta para cada uno, siendo importante que estén bien alineadas para que el resultado final se vea bonito. Aunque parece algo complicado, con práctica se vuelve muy fácil, habiendo muchas escuelas y talleres que enseñan a niños y adultos a hacer serigrafía porque es divertido y creativo.
¿Dónde se usa la serigrafía?

La serigrafía se puede ver en muchos lugares de la vida diaria. Por ejemplo, en camisetas con dibujos, gorras con logotipos, bolsas de tela con frases divertidas y hasta en carteles o señales. También se usa en productos publicitarios como calendarios, libretas o vasos para las empresas. Como permite imprimir en muchas superficies diferentes, se trata de una técnica muy popular en el mundo del diseño y la publicidad.
Pero no solo se usa para vender cosas, ya que muchos artistas también hacen obras usando serigrafía. Pueden crear cuadros, posters y tarjetas con colores intensos y diseños únicos. Como se pueden hacer varias copias de la misma imagen, es adecuado para compartir arte con más personas. Incluso hay museos que tienen obras serigrafiadas, porque esta técnica también forma parte del arte moderno.
Además, la serigrafía se utiliza en lugares que no imaginamos, como en la electrónica. Algunas piezas de circuitos se imprimen con esta técnica porque es precisa y limpia. También en etiquetas de productos, empaques y textiles para el hogar. Como ves, la serigrafía está en más partes de nuestra vida de lo que pensamos.
¿Qué se necesita para hacer serigrafía?
Para empezar con la serigrafía no hace falta tener muchas cosas. Lo básico es tener una malla estirada sobre un marco, un rasero para extender la tinta, tinta especial para el material que se va a usar, y por supuesto, el objeto donde queremos hacer el diseño. De igual manera, también se necesita una plantilla con el dibujo, que puede ser hecha con papel, acetato o materiales especiales.
Si se quiere hacer de forma más profesional, se pueden usar emulsiones fotosensibles, que ayudan a crear la plantilla directamente sobre la malla con ayuda de la luz. Esto permite hacer diseños más detallados y precisos, pero si se está empezando, se puede probar con una plantilla recortada, como si fuera una calcomanía o una máscara, pegándola directamente sobre la malla.
La serigrafía es cómoda para proyectos en casa, para hacer regalos personalizados o incluso para empezar un pequeño negocio. Hay kits para principiantes que incluyen todo lo necesario y tutoriales fáciles de seguir. Lo mejor es que, además de aprender una técnica, se despierta la creatividad.