Ansiedad Explicación Para Niños

Ansiedad: Explicación para niños

La ansiedad es una sensación que hace que nos sintamos nerviosos, preocupados o asustados, aunque no haya un peligro real. Dicho de otra forma, es como cuando tienes que hablar frente a muchas personas o cuando estás a punto de hacer un examen difícil y te bloqueas. A veces, esa sensación es normal y nos ayuda a estar atentos, pero cuando la ansiedad es muy fuerte o aparece sin razón, puede hacernos sentir incómodos y asustados sin motivo.

Muchas personas sienten ansiedad en algún momento de su vida. No es algo malo ni significa que hay un problema grave, pero si ocurre muy seguido o no nos deja hacer cosas importantes, necesitamos aprender a manejarla. Para ello, los profesionales, como los psicólogos Barcelona ansiedad pueden ayudarnos. La ansiedad puede hacernos sentir que algo malo va a pasar, incluso si en realidad todo está bien.

En este artículo, aprenderemos cómo se siente la ansiedad, por qué aparece y qué podemos hacer para controlarla. De esta manera, lograremos entender qué es la ansiedad para no tenerle miedo, tal y cómo podemos ver en la película de Disney Pixar Inside Out 2.

¿Cómo se siente la ansiedad?

La ansiedad puede sentirse en diferentes partes del cuerpo. Algunas personas sienten que su corazón late muy rápido, como si hubieran corrido una carrera, otras pueden notar que su respiración se acelera o que les duele la barriga sin razón. También es común que las manos suden, que las piernas se sientan débiles o que aparezca un nudo en la garganta. Todo esto sucede porque el cuerpo se está preparando como si tuviera que escapar de un peligro, aunque en realidad no haya ninguno.

En la mente, la ansiedad puede hacer que los pensamientos vayan muy rápido. De esta manera, es como si nuestra cabeza no dejara de pensar en cosas que podrían salir mal. Algunas personas se imaginan problemas que nunca van a suceder o sienten que no pueden dejar de preocuparse. A veces, la ansiedad hace que nos pongamos de mal humor o que queramos estar solos para evitar hablar con los demás. Cuando la ansiedad es muy fuerte, puede hacernos querer escapar de ciertas situaciones. Por ejemplo, algunos niños no quieren ir a la escuela porque sienten miedo sin razón. Otros evitan hablar en público o jugar con amigos porque piensan que algo malo podría pasar. Aunque estos sentimientos pueden ser incómodos, es importante recordar que la ansiedad no nos puede hacer daño y que hay formas de controlarla.

¿Por qué sentimos ansiedad?

La ansiedad es una reacción natural de nuestro cuerpo para protegernos del peligro. En tiempos antiguos, cuando las personas vivían en la naturaleza, la ansiedad ayudaba a estar atentos ante los depredadores o situaciones peligrosas. El cuerpo se preparaba para correr o defenderse, haciendo que el corazón latiera más rápido y que los músculos estuvieran listos para moverse. Aunque hoy en día no enfrentamos los mismos peligros, nuestro cerebro sigue reaccionando de la misma manera cuando percibe una amenaza, aunque no sea real.

Algunas personas sienten ansiedad con más facilidad que otras, cosa que puede depender de la personalidad, de las experiencias vividas o incluso de cómo funciona el cerebro. Por ejemplo, si alguien tuvo una mala experiencia con una presentación en la escuela, es posible que la próxima vez sienta ansiedad al hablar en público. También puede aparecer si estamos cansados, estresados o si nos preocupamos demasiado por lo que piensan los demás.

Aunque la ansiedad puede ser molesta, no significa que haya algo malo con nosotros. Se trata únicamente de una señal de que nuestro cerebro está tratando de protegernos, aunque no siempre acierte. Lo importante es aprender a calmar esa alarma interna para que no nos impida hacer cosas importantes ni disfrutar de nuestra vida diaria.

¿Cómo controlar la ansiedad cuando aparece?

Cuando sentimos ansiedad, hay muchas formas de calmar nuestro cuerpo y nuestra mente. Una de las más sencillas es respirar profundo. Para ello, podemos cerrar los ojos y contar hasta cinco mientras inhalamos por la nariz, y luego exhalar lentamente por la boca contando hasta cinco otra vez. Hacer esto varias veces ayuda a que el corazón vuelva a su ritmo normal y a que el cuerpo se relaje.

Otra forma de controlar la ansiedad es hablar con alguien de confianza. Puede ser un amigo, un maestro o un familiar, y, contarle lo que sentimos, ya que nos ayuda a darnos cuenta de que no estamos solos y que la ansiedad no es tan grande como parece. A veces, solo con decir en voz alta lo que nos preocupa, nos sentimos un poco más tranquilos. También podemos escribir en un cuaderno o dibujar lo que sentimos para soltar esas preocupaciones. Asimismo, existen profesionales, los psicólogos, que ayudan a las personas a gestionar su ansiedad.

Por último, hacer actividades que nos gusten puede ayudar a que la ansiedad desaparezca. Jugar, correr, bailar o incluso escuchar música puede hacernos sentir mejor. Además, dormir bien y comer saludable también es importante, porque el cuerpo necesita estar fuerte para manejar mejor la ansiedad. Con el tiempo y con práctica, aprenderemos que la ansiedad es solo una sensación pasajera y que nosotros tenemos el control sobre ella.